Comer fuera de casa es tan común que no pensamos en el trabajo que hay en crear una buena experiencia de comida.
Detrás de cámaras, ingenieros de menú y consultores ponen mucho cuidado a la forma en la que escoges lo que te vas a comer.
Aquí hay 11 de los más escondidos trucos psicológicos que usan los restaurantes para hacerte gastar más dinero:
1. No usan el signo de la moneda ($,€,Bs)
El signo de peso es una de las cosas más que importantes que deben evitar los restaurantes de incluir en el menú, porque esto inmediatamente le recuerda a los clientes que tienen que gastar dinero.
De acuerdo con una investigación de Cornell University School of Hotel. Administration, los visitantes a quienes se les entrega un menú sin signos de peso gastan significativamente más de lo que gastan quienes reciben un menú con estos. También si los precios fueron escritos con palabras en lugar de números, como “diez dólares”, los clientes gastaron menos dinero porque todavía envolvía los malos sentimientos asociados con pagar.
2. Son astutos con sus números
Los diseñadores de menú reconocen que los precios que terminan en 9, como $9.99, tienden a significar valor, pero no calidad. Es más, los precios que terminan en .95 en vez de .99 son más efectivos, porque se sienten más “amigables” para los consumidores. La mayoría de dejan el precio sin ningún centavo, porque esto hace su menú más limpio, más simple y va al punto.
3. Usan un lenguaje extremamente descriptivo
Una investigación de Cornell University reveló que los artículos descritos en una forma más específica son más llamativos y populares para los clientes. De acuerdo con otra investigación de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, títulos descriptivos en el menú subieron las ventas en un 27%, comparado con artículos de comida sin descripción.
En una entrevista del programa “Today” de NBC, el ingeniero de menú Greg Rapp muestra un ejemplo de Maryland Style Crab Cakes. Son descritas como “hechas a mano, con dulce carne de cangrejo, un toque de mayonesa, nuestra mezcla secreta de sazones, y migas de galletas saladas para una rica, y blanda torta de cangrejo.” Esto trae una experiencia sensorial para el lector, y el titulo descriptivo hará que los clientes estén más satisfechos al final de la comida.
Interesantemente, el nombre de la marca en la descripción del menú también ayuda a las ventas, por lo que cadenas de restaurantes como T.G.I. Friday’s usan salsa de Jack Daniel’s o jugo de naranja de Minute Maid en sus menús. Mientras más adjetivos, mejor.
4. Conectan comida con familia
Los clientes son especialmente sensibles con nombre de familiares, como padres y abuelos, en los menús. Por ejemplo, las personas tienden más a comprar las frescas galletas caseras de la abuela o la famosa ensalada de papa de la tía Margarita. Esto también puede agregar un poco de nostalgia.
5. Usan términos de comida étnica para hacer que su comida parezca más auténtica
De acuerdo con el psicólogo experimental de Oxford Charles Spence, un título étnico o geográfico, como un nombre italiano, atrae la atención de la persona a cierta característica del plato y trae ciertos sabores y texturas.
6. Visualmente subrayan algunas cosas
Cuando las comidas están en negrilla, listadas a color o en una fuente más elegante, acompañado de fotografías, o elegido aparte, parecen mucho más especiales que los otros platos. A pesar de esto, los restaurantes más lujosos tienden a evadir esta estrategia, porque los puede hacer ver más barato.
7. Usan los artículos más costosos para atraerte a los más baratos
De acuerdo con Rapp, los restaurantes usan las comidas extremadamente costosas como una trampa. “Probablemente no vas a comprarlo, pero encontrarás algo más barato y parecerá más razonable,” dice.
De acuerdo con William Poundstone, el autor de “Priceless: The Myth of Fair Value (and How to Take Advantage of It),” en una entrevista de New York Magazine: “El rol principal de ese plato de $115 – lo único de tres dígitos en el menú – es hacer que todo lo que este cerca de él se vea como una ganga.”
8. Ofrecen comida en dos tamaños de porción
Esta estrategia es llamada bracketing. El cliente no tiene idea cuanto más pequeña es la porción pequeña, entonces asumen que es el mejor precio porque cuesta menos. Lo que no piensan es que el restaurante quería vender la porción más pequeña con el precio más barato, y simplemente usaron la porción más grande con el precio más alto como una comparación.
9. Analizan tu patrón de lectura
Los restaurantes consideran los scanpaths (análisis de escaneo), que son estudios sobre una serie de fijaciones visuales que sirven para saber cómo las personas leen ciertas cosas.
De acuerdo con una investigación coreana, un tercio de los participantes tienden a pedir el primer artículo que les llama la atención. Como resultado, los restaurantes pondrán los elementos más rentables en la esquina superior derecha, porque es donde van primero los ojos de las personas.
Esta estrategia está basada en el efecto primario, lo que significa que la gente recuerda los artículos que están al principio de la lista más fácil. Otra razón por la que esto funciona es que mirar un plato muy costoso a primera vista hará que el resto del menú parezca con precios más razonables en comparación.
Los restaurantes ponen su mayor enfoque en sus principales platos. De acuerdo con una investigación de Cornell en el movimiento de los ojos en el menú de un restaurante, la mayoría de los consumidores ojean rápidamente el menú como un libro, pero enfocan su atención en las entradas.
10. Limitan tu elección
Con características como muestras de prueba, tapas o menús arreglados, los restaurantes se quitan la gran responsabilidad que siente la gente al escoger que comer. Es mucho más efectivo para los restaurantes limitar su elección. Aparentemente, el número optimo de artículos de menú son seis artículos por categoría en restaurantes de comida rápida, y de siete a 10 artículos por categoría en establecimientos de comida más elegante.
11. Imponen un ánimo para gastar
De acuerdo con una investigación psicológica de la Universidad de Leicester, poner música clásica en restaurantes hace que los consumidores gasten más, porque los hace sentir más ricos. Mientras que, la música pop que es menos sofisticada hacía que las personas gastaran 10% menos en su comida.
Vía: AP