A continuación te presentamos 15 características que, según distintos usuarios, son suficiente para decirle que “NO” a una chica.

Algunas son bromas, otras tienen bastante sentido. Te invitamos a leerlas y contarnos luego qué opinas:

1.

“Si comparten publicaciones en Facebook sobre estar loca como si fuera algo lindo”.

2.

“Obsesionadas con las redes sociales”

 

3.

“Si es una reina del drama”.

4.

“Si mastica muy sonoramente.
Es un problema tipo Seinfeld que tengo. Si eres una persona que mastica muy sonoramente, me provoca repulsión”.

5.

“Fumar. Personalmente no lo puedo soportar”.

6.

“Si todos sus ex son extraños o abusadores sin evidencia. Pueden ser idiotas, sí, pero lo otro es un signo de que es tóxica y quiere manipular al hombre para que crea que es una víctima”.

7.

“Si no puede entender mis bromas  “.

8.

“Si se pinta las cejas”.

9.

“Que actúe como tonta en un intento de parecer tierna”.

 

10.

“Si es mala para comunicarse o para el diálogo. No soy bueno con las pistas, si está enojada tiene que decirme por qué, no actuar como alguien de 12 años”.

11.

“Pene. No puede tener pene”.

 

12.

“No tener una opinión sobre algo o esconderla para evitar el conflicto. No quiero que esté de acuerdo con todo lo que digo, hablaría con un espejo si eso fuera lo que quiero en una conversación”.

13.

“Obesidad, olor a sudor, mal aliento… cualquier cosa que indique poca actividad física o baja higiene”.

14.

“Que se enoje irracionalmente por cosas pequeñas”.

15.

“Que de muchas órdenes. Decirme que haga cosas está bien cuando es razonable. Demandarlas es inaceptable”.

 

 ¿Estás de acuerdo con ellas? ¿Agregarías o quitarías alguna?

“Él había puesto tres puntos suspensivos. Ella borró dos”.

-Anónimo-

1. El estancamiento

Todo comienza cuando no puedes encontrar ni una sola razón para mostrarle el cariño que sientes por esa persona. Más que tristeza es una depresión de saber que ya no es emocionante estar a su lado.

2. La ficción de que “todo estará bien”

Cuando ambos lo intentan, por más que saben que ya la relación no da para más, insisten en querer arreglar las cosas para poder seguir adelante, viviendo una relación de fantasía, prácticamente.

3. Comienza la guerra

Y claro está que después de la etapa 2 viene la guerra… Ninguno de los dos se aguanta, se quejan por todo, buscan hasta el más mínimo detalle para estar separados. Comienzan a salir todas las decepciones que sienten el uno por el otro. Comienzan a darse cuenta que esto ya no da para más.

4. Y luego la derrota

Entre las batallas ganadas y las pérdidas, se van dando cuenta que de repente pelear e insistir tanto es lo más estúpido que pueden hacer. Viene la etapa de aceptar que el amor no siempre es el final feliz que ustedes esperaron.

5. Llega la aceptación junto con la separación

La etapa más dolorosa pero aliviante al mismo tiempo. Cuando miran para atrás y se dan cuenta que lo mejor que pudieron hacer ambos fue aceptar el hecho que ya no daba para más la relación, pueden al fin comenzar su etapa de soledad, de reconocimiento propio. Una etapa mucho mejor por venir.

Corría el año 1995 cuando todo el mundo comenzó a hablar de un grupo de rock californiano llamado No Doubt,  en especial de su vocalista; una chica que dejaba el alma en cada canción y que no parecía vestirse como ninguna chica que conocieras. Su nombre era Gwen Stefani y rapidamente se convirtió en la nueva nueva diva de la musica alternativa de los EE.UU.

Además de No Doubt, Gwen también se daba el tiempo de colaborar con sus amigos de Sublime, una banda destinada a ser grande, pero claro, ellos prefirieron las drogas

Gwen era una auténtica chica rebelde de los 90’s, compitiendo codo a codo con figuras de la talla de Shirley Manson o Courtney Love. Eso sí, la música de Gwen era bastante más alegre; sus canciones eran euforia pura y ella dejaba el alma en cada uno de sus conciertos.

Lo otro que llamaba mucho la atención de Gwen era su peculiar forma de vestir: su estilo era único, atrevido y bastante inusual. Nadie más en los 90’s se vestía como ella, y eso que estamos hablando de los 90’s, una época donde los estilos cambiaban de un día para otro.

Gwen no era grunge, no era punk, no era trasher, rapera ni stonner. Gwen Stefani era simplemente… Gwen Stefani, y como ella no había nadie más.

Si hablamos de música, Gwen también era única; quizás no se trataba de una gran voz, pero la personalidad que desbordaba era tan intensa que llamó rapidamente la atención de su hermano Eric, antiguo integrante de No Doubt, quien no dudo en llamarla apenas el vocalista original de la banda se suicidó.

En sus comienzos, No Doubt parecía ser otra banda alternativa más condenada al oscurantisismo. Sin embargo, todo eso cambio con, curiosamente, la salida de Eric de la banda (este pasó a ser escritor de Los Simpsons), y posterior a eso, y luego de varios problemas personales, llegó la grabación de su disco más exitoso,  Tragic Kingdom, el cual contenía canciones que hablaban sobre lo mal que estaban los animos de la banda en ese entonces; por ejemplo, ¿se acuerdan de este video clip?

 Tras el lanzamiento de Tragic Kingdom, todo cambió para No Doubt y en especial para Gwen, quien de pasar a tocar en bares alternativo se convirtió en una verdadera rockstar de grandes estadios. Su imagen y estilo ya eran tema obligado entre las jovenes de los 90’s que NO QUERÍAN SER COMO NINGUNA DE LAS SPICE GIRLS.

Después de Tragic Kindom llegaron otros dos discos más, que si bien tuvieron bastante éxito, nunca alcanzaron la relevancia musical y social de su antecesor. Al mismo tiempo, uno ya comenzaba a ver como No Doubt dejaba de ser una banda como tal para cederle todo el protagonismo a Gwen, quien por ese entonces, ya se encontraba trabajando de forma solista.

 Más allá de la música, Gwen también se hacía un nombre en el mundo de la moda con su marca de alta costura L.A.M.B.; usada con frecuencia por figuras como Nicole Kidman, Paris Hilton o Angelina Jolie.

Ya era definitivo: la chica punkie de No Doubt se había convertido en una mujer poderosa en todo el mundo. En google su nombre era tan buscado como Kim Kardashian y en la música, su éxito era semejante al de Madonna. A su vez, Gwen también comenzaba a destacar en labores humanitarias, estando a la par de su amiga Angelina Jolie.

Con respecto a su vida personal, bien poco quedaba de esa mujer llena de dramas y traumas de los primeros tiempos de No Doubt. Con el tiempo, ella se había convertido en una feliz mujer casada con Gavin Rossdale, vocalista de una no muy conocida (ni buena) banda de post grunge llamada Bush (el nombre nunca los ayudó mucho)

Tras 13  años de casados, Gwen y Gavin decidieron separarse (en buenos términos) el año 2015, dejando atrás una linda relación que le había proporcionado a Gwen la oportunidad de ser madre en 3 ocasiones.

Y como si fuera poco, tampoco podemos dejar de mencionar su rol como actriz, en la que destaca su papel en la película “El aviador”, dirigida nada menos que por Martin Scorsese. O quizás podemos hablar de su rol en la TV, donde su rol como jurado de The Voice no ha dejado indiferente a nadie. ¿Qué le falta por hacer a esta ex chica rebelde?

Sus detractores dicen que ya no es la misma, que se vendió al sistema (¿quién no?), que se olvidó de sus raíces punk, que ya ni se acuerda de sus amigos de Sublime o que ahora es solo una madre aburrida de 3 hijos. Ok, supongo que ellos pueden decir lo que quieran, pero lo cierto es que a sus 47 años de edad, la ex de No Doubt está donde cualquiera quisiera estar, y al margen de algunas opiniones, ella seguira siendo por siempre la misma chica rebelde de los años 90’s.