10 días de Trump, 10 jornadas llenas de gestos políticos de la nueva Administración, así como de informaciones cruzadas sobre lo que el nuevo Presidente ha hecho o simplemente ha sugerido. A continuación recopilamos simple y llanamente todas las medidas llevadas a cabo por Trump y su equipo junto con los matices de la importancia jurídica que cada una de esas acciones supone o va a suponer para la política estadounidense.
Las órdenes ejecutivas
Parece que muchos oiremos hablar en los próximos tiempos sobre “órdenes ejecutivas”, una forma de ejercer el poder ejecutivo de forma directa “a través de los cuales el Presidente de los Estados Unidos administra las operaciones del Gobierno Federal”. Es decir, sin tener que pasar por el largo y tedioso problema de debate con las cámaras de representación. Aunque, por su naturaleza, es más fácil que esas normas sean al poco tiempo derogadas por la justicia, como ocurrió hace un par de días con una juez neoyorkina y la nueva medida antiinmigratoria.
De estas órdenes ejecutivas ya ha firmado las siete siguientes:
1) Comenzar la construcción del muro
Ha ordenado al Departamento de Seguridad Nacional darle prioridad a la edificación de 1.900 kilómetros de defensa en su frontera con México (en los terrenos del Estado, al menos) financiándolo con fondos federales sin asignación. El proyecto se irá construyendo bajo esta fórmula hasta que se pase alguna ley de financiación definitiva en el Congreso.
2) Expedición de revisiones y aprobaciones medioambientales para proyectos de grandes infraestructuras
Trump ha ordenado a varias personas a su cargo que pidan evaluaciones sobre los beneficios en el impacto medioambiental de esas grandes construcciones que se harán con obreros norteamericanos. Como lo son, por ejemplo, la construcción del muro.
3) Mejorar la seguridad pública en el interior de los Estados Unidos
Era una de las medidas estrella de Trump, y se ha propuesto lograrlo cuanto antes. Ha puesto el foco en la deportación de los indocumentados y para aumentar los arrestos ha triplicado los recursos económicos. 10.000 nuevos agentes oficiales que vigilarán que se cumplan las deportaciones. Con esta orden ejecutiva Trump.
También ha puesto el foco en las llamadas “ciudades santuario”, emplazamientos que ponen en práctica políticas para limitar su colaboración con las autoridades federales de inmigración. Al no ser un término legal la Casa Blanca no podrá crear normas contra ellas, pero las que se sepan que no colaboren en las deportaciones se verán penalizadas mediante una variedad de políticas de blindaje vía la retención de fondos.
4) Proteger la nación estadounidense de la entrada de terroristas extranjeros
Esta es la ya famosa norma antiinmigratoria que ha causado protestas por todo el país en los últimos días. La norma pretendía bloquear durante 90 días la entrada de todos los extranjeros de los siete Estados señalados por el Departamento de Seguridad Nacional como “patrocinadores del terrorismo”.
En las primeras horas iniciales nadie sabía muy bien cómo aplicar la norma, ya que parecía ir dirigida a todas las personas, incluidas las que contasen con visa o Green Card, pero después de una serie de discusiones la Casa Blanca parece que ha acordado con las fuerzas de seguridad no retener finalmente a los que posean Green Card.
5) Minimizar la carga económica del Obamacare
Horas después de su posesión Trump firmó un decreto que ordena al gobierno federal ser más indulgente al cumplir los mandatos y regulaciones de Obamacare. Esta indulgencia se manifiesta vía orden ejecutiva porque antes de que asumiera la presidencia los republicanos del Senado y de la Cámara de Representantes y habían intentado dar los primeros pasos para comenzar el proceso de derogación, pero se encontraron con obstáculos políticos significativos en el camino.
Se prevé que esta medida no tenga demasiado recorrido, pero limita en lo posible el alcance (o el gasto) del Obamacare y demuestra la intención de elaborar una nueva y personalizada versión de la asistencia sanitaria.
6) Compromisos éticos de los funcionarios designados por el poder ejecutivo
Revoca la normativa de compromisos éticos de Obama y sustituye el texto anterior trasplantando muchos de sus puntos pero añadiendo algunos de cosecha propia. Por ejemplo, cuando un trabajador del Gobierno deje su cargo público no puede incorporarse en los siguientes cinco años en ningún grupo de lobby de la rama a la que antes se dedicaba.
Otro cambio: antes los ex lobbistas debían esperar dos años antes de incorporarse a cargos públicos en los que se pudiera ordenar al respecto de sectores sobre los que estos habían trabajado en la esfera privada. Ahora se les permite acceder a esos cargos, aunque no pueden participar en “asuntos particulares” que entren en conflicto.
7) Decreto Ejecutivo Presidencial sobre la reducción de regulación y control de costos regulatorios
Reducción de la regulación especialmente enfocada a la facilitación de la apertura de pequeños y medianos negocios. La erradicación de las normas deberá tener un coste cero para el Estado, y le pide a los funcionarios públicos que faciliten la extinción de normas innecesarias.
“Por cada nueva norma revocaremos dos”, dijo el Presidente durante la firma. La orden ejecutiva, sin embargo, tiene una redacción vaga en cómo se llevará esto a cabo y añade algunos ámbitos de excepción como los de “militar, seguridad nacional y de relaciones exteriores de los Estados Unidos”. También de las normas relacionadas con la organización, la dirección o el personal de una agencia.
Los memorandos
Además de las órdenes ejecutivas, Trump también ha firmado una serie de memorandos presidenciales, figura jurídica que tiene menos peso legal que una orden ejecutiva (aunque sí, pueden tener consecuencias legales) pero de gran peso simbólico, ya que funcionan como documentos que exponen las prioridades de su administración.
1) Memorando para los Jefes de Departamentos y Agencias Ejecutivas
Se detiene cualquier posible nueva regulación federal hasta que pueda ser revisada por la nueva administración. Es una réplica casi exacta de las órdenes ejecutivas que dieron los dos últimos presidentes al inicio de sus administraciones.
2) Respecto a la “Política de la Ciudad de México”
Se restablece una política que, entre otras cosas, restringe el financiamiento del estado a las organizaciones que practican abortos.
3) Respecto a la retirada de los Estados Unidos de las negociaciones y acuerdos de la Asociación Transpacífica
Los Estados Unidos se retiran definitivamente del acuerdo comercial que inició la administración Obama y en el que se iban a embarcar algunos de los países más importantes de América y Asia, pero que aún no contaba con la ratificación del Congreso. La medida era prácticamente un cadáver, pero Trump le ha puesto el punto final.
4) Parón en la contratación federal
Insta a una congelación en la contratación de nuevos trabajadores federales excepto en el campo militar, que representan un tercio de los empleos fererales. Hay, eso sí, excepciones para empleos “necesarios para cumplir con las responsabilidades de seguridad nacional o de seguridad pública”, una definición amplia.
5) Construcción de los oleoductos americanos
Por lo que las nuevas tuberías que se erijan deberán ser hechas con materiales producidos en Estados Unidos.
6) Con respecto a la construcción del oleoducto Keystone XL y Dakota Access
Se reinicia la elaboración de dos de los grandes proyectos de oleoductos que la administración Obama había anulado y detenido, aunque aún están lejos de ponerse en marcha. Trump mismo dijo en el pasado que el país debería renegociar los términos de la construcción del Keystone, lo que implica que habrá un largo periodo de tratos antes de que se ponga en marcha.
7) Simplificación y reducción de las cargas reglamentarias para la fabricación nacional
Solicita un plan para facilitar el proceso de concesión de permisos a los fabricantes estadounidenses.
8) Memorando presidencial sobre la organización del consejo de seguridad nacional
Por primera vez en la historia, un jefe de estrategia política del Presidente será invitado a asistir a cualquier reunión del Consejo de Seguridad Nacional, donde se sientan los actuales miembros del Gabinete de Seguridad con responsabilidades o experiencia en este ámbito, y será un miembro regular del muy influyente Comité de Directores. En el caso de Trump, se refiere a Steve Bannon, aunque si esto se convierte en una norma sólida cualquier presidente podrá invitar en el futuro a sus jefes de estrategia.
9) Plan para derrotar al Estado islámico de Iraq y Siria
Principalmente insta a los altos cargos militares a cambiar su nivel de fuerza actual en la batalla contra el Estado islámico para ser más contundentes. Aumenta el grado de fuerza empleado por Estados Unidos a este respecto.
10) Para la reconstrucción de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos
Cambio con respecto a la Administración Obama: Trump quiere más tropas, más buques de guerra y una modernización del arsenal nuclear. Para ello pide una revisión de la disponibilidad de equipo de los militares y ordena al Pentágono que trabaje con la Oficina de Administración y Presupuesto para elaborar un plan suplementario para el año fiscal en curso, así como un plan presupuestario para el año fiscal 2018.
Las Proclamaciones
Las proclamaciones son una tradición iniciada por el presidente George H.W. Bush en 1989 que han proseguido todos sus sucesores en el cargo. Son documentos de una página sin valor legislativo que funcionan a modo de y seguido por cada presidente desde entonces. Las proclamas de pequeños discursos inaugurales y permiten establecer el tono retórico para toda la presidencia.
1) Proclamación de la semana nacional de elección escolar 2017
La idea de su plan escolar es “potenciar las opciones escolares para los niños del país”. En Estados Unidos las opciones educativas contemplan la escolarización en escuelas privadas, en colegios públicos tradicionales, en colegios públicos charter, en colegios imanes o de enfoque especializado, en espacios de aprendizaje en línea y la educación casera.