Para los más pequeños de la casa y no tan pequeños visitar Disney World puede resultar un viaje inolvidable. Todos hemos crecido con las películas y dibujos de Disney, hay para todos los gustos, pero en general todas nos teletransportan a un mundo de fantasía. Ahora bien, ¿imaginas cómo sería trabajar en Disney World? Una extrabajadora ha decidido explicar cómo era su día a día y contar algunas anécdotas.

1. Muchas princesas

La extrabajadora dependiendo del día tenía que meterse en el papel de varias princesas Disney: Mulan, Pocahontas, y Silvermist. 

2. Aprender a firmar

Sí, ha leído bien, tuvo que aprender a imitar la firma de cada una de las princesas. Algunos visitantes pedían un autógrafo y nada podía fallar, cada día firmaba muchos autógrafos.

3. Decir mentiras

Al interpretar un papel de princesa en ocasiones los niños le ponían contra las cuerdas con algunas preguntas. Para no defraudar a los más pequeños siempre acababa mintiendo para mantener la ilusión.

4. Muchas personalidades

En ocasiones de un día para otro le pedían disfrazarse de un personaje distinto. Esto suponía cambiar el “chip” del día anterior para no meter cometer ningún fallo.

5. Todo a su tiempo

No podía aprender el papel de un personaje animado tipo Minnie Mouse sin antes haber aprendido uno de carne y hueso, como Pocahontas. Entrenar un personaje requería cinco días, tres de práctica, uno firmando autógrafos y por último realizar una prueba final.

 6. Todo vale la pena

La extrabajadora vivió momentos muy gratificantes. Un día estaba interpretando el papel de Pocahontas y se acercó a ella una niña de 7 años llamada Emily, le dijo: “Hola Pocahontas, escribí esta carta”. Ella abrió la carta y pudo leer: “Estimada Pocahontas, he reunido unas flores para ti. Espero que tengas un día precioso”.

Dos días más tarde estaba metida en el papel de Silvermist, y de nuevo se encontró con Emily, le dio otra carta: “Querida Campanilla y sus amigos, traigo unas flores para ti. Espero que tengas un día precioso. Emily”.

7. Personajes en todos lados

Disney World es muy grande, por eso hay varias personas interpretando el mismo personaje a la vez en el parque. Puedes ver a Cenicienta en un desfile, mientras tanto, en otra zona encontramos a Cenicienta almorzando o firmando autógrafos.

 ¿Te lo habías imaginado?

El hombre hindú que pagó casi 250 mil dólares por la camisa más ostentosa del mundo fabricada de oro sólido, y ganándose el apodo de “hombre de oro”, ha sido asesinado a golpes.

Datta Phuge, un prestamista de 48 años de la India, fue atacado por 12 hombres el jueves por la noche, a pedradas y con una hoz. Su hijo de 22 años fue testigo del ataque pero salió ileso, según dijo la policía, que interroga a cuatro personas en conexión con el caso.

Los asesinos aparentemente habían invitado al ahora occiso y a su hijo a una fiesta de cumpleaños en el área de Dighi. El homicidio fue el resultado de una disputa por dinero, pues al parecer querían robarle cierta cantidad, según la línea de investigación de la policía.

El encargado de la estación de policía, Navnath Ghogare dijo a la prensa India: “investigamos cómo el señor Phuge llegó a campo abierto donde fue asesinado”, según la cadena de noticias BBC.

El señor Phuge era miembro del partido nacionalista de Sharad Pawar, y saltó a la fama en 2013 luego de encargar la camisa de oro, que 15 orfebres fabricaron en un lapso de tiempo de dos semanas de trabajo, por 16 horas diarias. La fama por la camisa no solo lo hizo reconocido, también llamo la atención de muchos delincuentes, incluyendo sus asesinos.

Phuge aseguró que la camisa que pesaba 3 kilos, tenía la intención de atraer a las mujeres, diciendo que ninguna mujer escaparía a su encanto.

“Se que no soy el hombre más atractivo del mundo, pero seguramente ninguna mujer dejará de sentirse atraída por esta camisa”, dijo entonces.

“La camisa de oro ha sido uno de mis sueños”, dijo a un periódico. “Será embellecedora, mejorará mi reputación y me llamarán ´Hombre de oro de Pimpri”. La camisa incluía unas pulseras y anillos que se hicieron con el oro restante.

Se sabe que sus raíces eran más bien humildes, y que vio prosperidad como especulador de bienes raíces. Después se volvió prestamista de dinero en la ciudad de Pimpri Chinchwad, a las afueras de Pune.

Conoce la historia de esta modelo ucraniana que es furor en las redes sociales. Del bullying a las pasarelas.

La chica del momento. Yulianna Yussef tiene 26 años y desde que nació tiene manchas en la piel en todo su cuerpo. De niña sufrió el acoso de sus compañeros que le decían ‘dálmata’ o ‘vaca’, pero ahora todos hablan de su belleza porque se convirtió en una de las modelos más aclamadas del mundo 2.0.

¿Qué tiene en la piel? Nacida en Ucrania, Yussef padece una enfermedad llamada nevus melanocítico congénito, un virus que afecta al menos al 1% por ciento de la población en todo el mundo, según informó el Daily Mail.

Un nevo melanocítico o pigmentado congénito es un parche de piel de color oscuro y a menudo peludo, según la definición del sitio especializado en salud, MedlinePlus. En su caso, Yulianna cuenta con varios medianos y con uno gigante que cubre gran parte de su abdomen y espalda.

Un ejemplo a seguir. A pesar de ser señalada toda su infancia, esta ucraniana ha aprendido a aceptar sus diferencias, publicando fotografías diarias junto al hashtag #bareyourbirthmark (‘Desnuda tus marcas de nacimiento’, en español) en Instagram. Solo en esa red social la siguen más de 20 mil usuarios.

Belleza única. Para sus seguidores, Yulianna simboliza un ejemplo de superación: “Eres muy bonita e inspiradora. Mi hija de cinco meses tiene la misma enfermedad que tú. Algunos días me siento muy triste, pero tus mensajes me hacen sentir mejor…gracias por compartirlos”, le escribió una usuaria.

Cuando Yulianna tenía unos pocos días de vida, los médicos se sorprendieron porque nunca habían visto un caso tan extremo. “Había muchos lunares por todo mi cuerpo, que era muy pequeño, y le dijeron a mi familia que no sabían cuánto tiempo podría vivir”, recordó la protagonista.

Sin embargo, ella continuó creciendo hasta que los días se convirtieron en semanas, meses y luego años. “Y todavía estoy aquí”, sentenció la modelo en una entrevista la semana pasada con The Mirror.

“Estoy viva, soy una persona feliz, tengo un grupo de amigos, una familia que me apoya, un trabajo que me gusta, así que… ¡soy igual que tú!”, escribió Yulianna en una de las capturas que compartió.

Y tú, ¿qué opinas sobre esta increíble historia de superación?

Feminista, famosa e irreverente, Qandeel Baloch conjugaba todo lo que estaba prohibido para las mujeres en Paquistán. Sus fotografías y vídeos sugerentes en las redes sociales le dieron la fama; su discurso por la liberalización de la mujer, el odio de los hombres.

A los 26 años de edad, Baloch, que en realidad se llamaba Fauzia Azeem, era apodada como la Kim Kardashian paquistaní. Sus fotografías y vídeos eran reproducidos por miles de internautas. Su nombre fue el noveno más buscado en Google en 2015.

Baloch acompañaba las fotografías con mensajes feministas en los que llamaba a las mujeres paquistaníes a rebelarse contra las rígidas estructuras patriarcales del país musulmán. “La sociedad patriarcal es mala. ¿Con cuántos hombres te encuentras que te molestan?”, se preguntaba Baloch en el programa Amanecer de Hufsa Chaudry.

Sus declaraciones y sus fotografías le valieron el desprecio de muchos. En las redes sociales los hombres no dejaban de acosarla con comentarios en los que la llamaban “zorra”. Decían que su comportamiento era indecente y que “faltaba el respeto” a su país.

En uno de sus post más recientes “desafió” las prácticas de la sociedad pakistaní: “Como mujeres debemos ponernos de pie por nosotras mismas. Como mujeres debemos hacer frente una al lado de la otra. Como mujeres debemos defender la justicia. Creo que soy una feminista moderna. Creo en la igualdad. Necesito no elegir qué tipo de mujer debo ser. No creo que haya necesidad de etiquetarnos sólo por el bien de la sociedad. Soy sólo una mujer con pensamientos libres, de mentalidad libre y me encanta mi forma de ser”.

Lo anterior generó comentarios que la definieron como una activista que ayudaría a aumentar la visibilidad de las mujeres en aquel país.

En su última publicación en Facebook podemos leer: “No importa cuántas veces voy a ser maltratada. Soy una luchadora. Me voy a recuperar. # Qandeel Baloch es “una de las mujeres del ejército”. #Qandeel #Baloch inspiración para aquellas damas que son tratadas mal y dominadas por la sociedad. Continuaré y lo lograré y sé que seguirán odiándome. MALDICIÓN pero qué importa #Qandeel #Baloch # Mujeres #Poder #Inspiración #Sociedad #Pakistaní #Medios #Bigg_Boss_Season10 # Bollywood #Colors_TV”

Mientras la popularidad de Baloch crecía, las montañas de amenazas de muerte aumentaban proporcionalmente. Sin embargo, lo que la joven nunca sospechó es que su mayor enemigo era en realidad sangre de su sangre.

La semana pasada, estando de visita en casa de sus padres, Baloch fue asesinada. Su propio hermano, Muhammad Wasim, la drogó con pastilla para dormir y la estranguló en la planta baja de la casa mientras los padres dormían en el piso superior. “Por supuesto que la estrangulé”, declaró Wasim, “no estoy avergonzado por lo que hice”, añadió en una rueda de prensa.

Wasim condenó a la muerte a su hermana en lo que se conoce como crimen de honor, delitos cometidos por familiares por una afrenta moral. El hermano de Baloch la consideraba indecente. Para él, el comportamiento de la joven era una “deshonra” para la familia.

Los padres de la chica han relatado que Wasim la había amenazada en varias ocasiones y le había ordenado cesar su actividad en la red. El día de su muerte, Baloch publicó su última fotografía en Facebook e Instagram.Lucía un top negro ajustado y una diadema brillante. Sus ojos estaban fijos, desafiantes, en la cámara.

Ahora, su voz ha sido silenciada. Su nombre de celebridad ha pasado a formar parte de la despiadada lista de los asesinatos por honor de este año. Ahora es parte de las 262 mujeres que han perdido la vida en Pakistán a manos de sus familiares por no cumplir las reglas de una sociedad retrógrada y machista.

“Las mujeres debemos luchar por nosotras mismas”.