Cuando me mudé estaba de lo más ansiosa e insegura, no sabía si hacerlo o si no. Cada vez que llegaba a casa de mis padres y papá tenía sus zapatos en la sala o mamá criticaba la forma en que lavaba los platos, me repetía una y otra vez que debía buscar mi propio espacio. Luego ellos hacían comida rica y se me pasaba.

Total, lo decidí y busqué mi propia morada. Según la experiencia que he tenido y la de varias personas con las que he compartido las dificultades de hacerse independiente, esto es más o menos lo que pasa cuando te mudas:

1. La decisión

Comienzas a maquinar si te vas o si no, entonces llega un día en que lo haces y te aventuras a buscar un lugar donde comprar o alquilar. Después de varios días de espera e inseguridad sobre la decisión que tomaste, por fin, como si fuera amor a primera vista, te enamoras de un sitio al que bautizas como “hogar”.

2. Las mariposas en el estómago

Listo, firmas contrato y te vas mudando. Guardas con nostalgia todas las cosas pero ya te imaginas cómo y dónde las pondrás en la nueva casa. Incluso ya sabes cómo decorarás todo y tienes un sin fin de sentimientos encontrados. No quieres irte de casa, pero es una necesidad prácticamente biológica.

Esta es la parte en la que invitas a todo el mundo a conocer tu casa.

3. Auto control y organización

Ordenaste todo y te sientes en el cielo, ahora  toca encontrar tu propio ritmo y aquí se complica todo.Te das cuenta que no es tan fácil hacerlo todo solo; que si no eres muy ordenado luego tendrás que sufrir para encontrar las cosas y que no hay nadie a quien le puedas pedir ayuda en caso de que pase algo; si se rompe algo lo debes coser, si se corta la luz resolverlo y si te pierden las llaves… llorar y buscar un cerrajero.

4. La inseguridad

Tienes todo bajo control pero comienza a invadirte la inseguridad sobre la decisión que tomaste. De vez en cuando sientes que te apuraste, que no estabas tan maduro como para vivir solo y que todo parecía más divertido antes. Ahora eres responsable de ti y tus decisiones… no hay nadie que pueda ayudarte demasiado.

5. El estrés comienza

Todo se sale de control. Entre el trabajo, el día que no lavaste o que te quedaste dormido para ir de compras, todo se acumula y llega el momento en que te estresas por todo… odias tu casa, hasta las plantas se te secaron.

6. La soledad… ¡quiero a mi mamá!

Como si estar estresado fuera muy poco, se viene la etapa del encuentro con el “yo”, te das cuenta que ya creciste y que ser independiente acarrea muchas responsabilidades. Te pesan los años, la madurez, la sociedad, el mundo y las cuentas.

No sabes qué hacer, cómo organizarte, acomodar las cosas y estás cansado de cocinar pasta y arroz todos los días. Seguro tienes ganas de comer “comida de casa”, la popular sopa de tu madre o el asado de papá.

7. El agujero negro

Extrañas todo y las cuentas no te dejan dormir, ¡vaya que crecer es difícil! Lo bueno, es que siempre tienes amigos que salen al rescate y algún adulto sabio que te aporta un consejo muy correspondido.

8. Aceptación

En esta etapa entiendes que no todo es tan terrible como crees. Vivir solo es muy difícil y genial, solo debes tomarle el ritmo y hacerte responsable de tu propia vida. Haces un plan de acción con varios horarios y con tropiezos los tratas de cumplir igual.

9. Aprendiendo a vivir solo

Un día te miras al espejo y entiendes que has crecido, que la necesidad por abandonar el nido que tuviste hace tiempo era producto de tu propia evolución, y que si bien ha sido difícil, estás feliz de estar aprendiendo tanto sobre ti y la vida.

Ahora más que nunca valoras todo lo que tus padres hicieron por ti y te preguntas: ¿cómo es que mantenían la casa y criaban hijos?

10. Confianza y orgullo

Finalmente, una tarde llegas a casa después del trabajo o una fiesta y suspiras profundo en la entrada.Están tus muebles, tu desorden, tu aroma, tu hogar.

Eres feliz.

¿Es así o no?

“Cuando hay amor, hay todo”. 

-Anónimo

1. Alguien que me quiera genuinamente, en vez de tener una lista de atributos que yo tengo que “pasar” como prueba para que se quede conmigo.

2. Yo considero que mi matrimonio ha funcionado porque en realidad no estuve en la búsqueda de una esposa. Simplemente la conocí. Ella era la chica más interesante que he conocido, era inteligente, atractiva e muy amable. Me enamoré profundamente.

3. Valores, tienes que tener valores para ser alguien interesante.  El físico es irrelevante porque cada uno tiene sus propios gustos. Lo importante es que sea una mujer decidida, inteligente y que con ella puedas y quieras ser mejor persona cada día.

4. Que no sea psicópata, que no haya engañado a nadie, que no viva del chisme. Que sepa sorprenderme, que sepa de qué hablar. Que sea una mujer valiente y decidida.

5. Una mujer que me pueda dar una relación saludable, nutritiva de puros valores y que nunca olvidemos por qué estamos tan enamorados.

6. Físicamente, me enamoró por sus ojos grandes y cabello oscuro. Pero, eso es lo de menos. Ella es una mujer inteligente, le es fiel a sus pasiones, los valores que sembró desde pequeña. Compartimos muchos hobbies pero a la vez sabe darme, como yo a ella, el espacio necesario para ser felices. Es una mujer tranquila, y muy amable.

7. La mujer que no tiene miedo en ser ella misma, esa es la ideal.

8. No tener miedo a admitir los errores y enmendarlos. Que tenga una buena conexión con su familia, eso dice mucho de ella, que tenga sentido de humor y sea una mujer limpia, ordenada.

9. Que sea una mujer positiva, porque si voy a pasar el resto de mi vida al lado de alguien quiero que no sea alguien que solo le vea lo malo a las cosas, a los momentos, a la vida.

10. Que sea una mujer que me entienda y que no siempre reaccione basándose solamente en sus emociones. Que sea una mujer ordenada, limpia. Que no sea alguien que fume o tome alcohol en exceso. Que sea inteligente, que si no sabe algo, lo admita y aprenda. Una mujer de corazón amable.Que tenga metas.

11. Amabilidad, humanidad, compañerismo. Que deje su ego de lado, que sepa cómo actuar bajo ciertas circunstancias. Que su vida no se trate solo de fiestas, sexo y alcohol. Una mujer que sea “material esposa” es alguien que sabe lo que quiere, que lucha día a día por las cosas que más le apasionan y sobre todo por su familia.

11. Una mujer que aprecie la música, eso es algo que me importa mucho, en lo personal. Eso y los valores que tenga.

12. Alguien que se acepte tal y como es. Que no tenga miedo a equivocarse, que asuma sus errores.Que luche por sus convicciones. Que sonría, y mucho más en momentos difíciles.

Y, ¿cuál es tu mujer/hombre ideal?

¿Cómo llegamos a esto?. Bonell a los 16 años no tenía planeado tener ningún niño, no los entendía y tampoco quería hacerlo. Pero cuando conoció a su marido Ray, las cosas cambiaron un poco.

Ray convenció a Jeni de tener dos hijos. A ella le pareció razonable así que aceptó. Pero una vez que tuvo su segundo, sintió que quería tener más.

“Yo desesperadamente quería tener otro”

-Jeni Bonell a DailyMail–

Pero no todo fue como esperaban. De los 16 hijos que tienen ahora, Jeni tuvo siete perdidas.

“Cuando pierdes siete bebés durante los años, una vez que pierdes el primero, aprecias la importante bendición que son los niños“

-Jeni Bonell a DailyMail–

A la semana, la familia Bonell gasta 600 dólares en comida, 17 botellas de leche y 14 cajas de cereal. Compran cuatro docenas de huevos dos veces en un mes y su auto es un bus antiguo escolar.

A pesar de que los gastos son demasiados, los Bonell no se cierran a tener más niños, pero dicen “que irán con la corriente”.

Yo la verdad es que no me imagino con tantos hijos. ¿Y tú?.

Así que, me tomé el atrevimiento de consultar a varias personas los motivos por los que les gusta el “sexting” -o la intimidad textual- y te sorprenderás con lo que me dijeron.

Estas son las 10 razones por las que gusta tanto el “sexting”:

1. Disfruto las conversaciones muy intimas con mi novio y no es solo diversión. Es una manera de aprender algo nuevo de cada uno expresando verbalmente nuestros pensamientos

2. Me encanta el sexting porque el hombre se mete tanto en lo que está escribiendo, mientras yo estoy por lo general limpiando o haciendo cualquier otra cosa

3. Amo el sexting porque cuando lo hago no me siento tan sooola

4. Me gusta tener sexting con cualquiera porque me me genera una montaña de calentura que luego descargo con mi novio. No es tan malo ¿cierto?

5. Me gusta “sextear” con mis amigos feos porque me hace sentir una mejor persona

6. Me encanta tener “sexting” con mi novio porque me hace sentir de nuevo las mariposas. Me siento deseada

7. Amo el sexting. No es que sea muy buena en eso, pero me encanta leer lo que alguien es capaz de hacerme, es picante

8. Me gusta más el sexting que la intimidad real porque soy muy tímida para decir las cosas en persona que sí me atrevo con el teléfono

9. Amo el sexting y no sé por qué. Debe ser por mirar esa foto que alguien se tomó especialmente para ti

10. Me gusta el sexting porque los hombres tratan de ser sexys y siempre preguntan cómo estoy vestida, aún y cuando estoy en casa sin arreglarme, ja, puedo mentir mucho

¿Y a ti te gusta el sexting?

1. Convertir los momentos cariñosos en momentos sexuales

A veces una cosa lleva a la otra, es verdad. Sin embargo, es necesario hacer la diferencia entre cuando solo quieres que se den abrazos y cuando quieres que los abrazos terminen en algo más serio.

2. Saltarse todas las etapas para llegar directo a la acción

Si eres la persona que lo hace, es probablemente porque estás lleno de emoción y ganas por hacerlo, pero ¿qué pasa con la otra persona? Los ritmos pueden variar mucho dependiendo de con quién estés y eso es algo que siempre deberías tener en cuenta.

3. No tener ningún tipo de cuidado personal por allá abajo

Hay personas a las que les gusta, hay otras a las que no. Pero creo que todos conocemos un estándar en cuanto a limpieza, cuidado y respeto, intenta al menos cumplir con eso.

4. Descansar en las habilidades para el juego previo de la otra persona

No funciona así. El juego previo puede abarcar tanto como desde que bajas la intensidad de las luces, hasta que utilizas algún método de prevención, pero todo cuenta como un pequeño granito de arena para hacer el momento más agradable, más cómodo para ambos y por supuesto, más placentero.Pero para eso se necesita la participación de ambos.

5. Dar por hecho que tu pareja tiene una fuente de energía inagotable y que puede seguir así durante días

De nuevo, no funciona así. Cada persona tiene diferentes formas de alcanzar sus orgasmos y de eso depende mucho cuánto tiempo les demora llegar al objetivo, a veces algunas personas necesitan tiempo, otras pueden estar en acción por horas. Todo se trata de la comunicación.

6. Quedarse con solo una perspectiva de las relaciones sexuales

Lo que tú deseas puede o no puede ser lo mismo que desea la otra persona, mientras eso no se hable con anticipación, probablemente todo sea un desastre, ya que en medio de todo sería un poco problemático y después de sería básicamente enfrentarse a la discusión de por qué nadie hizo lo que la otra persona esperaba. Complicado, pero tiene solución. Compartir expectativas antes de comenzar.

7. Hablar DEMASIADO durante la acción

Grave problema, no tan difícil de solucionar. Lo importante durante el sexo es que los cuerpos ase comuniquen por sí solos, por lo que hablar mucho puede convertirse en un estorbo más que en una ayuda, además… No quieres terminar diciendo un “te amo” demás, ¿o sí?

8. No hablar lo suficiente durante la acción

Ok, sé que dije que no deberías hablar demasiado, pero no se trata de convertir esto en una conversación acerca de la política… Sino más bien de hacerle saber a tu pareja cuando va bien, cuando va mal y cuando puede ir mejor. Teniendo en cuenta sus actitudes frente al sexo, pueden jugar con un rol dominante o sumiso, pero es sumamente importante comunicarse.

9. Pensar que el sexo arreglará cualquier tipo de problema

Especialmente el estrés, en realidad es posible que solucione algunos problemas, pero eso depende de la persona a quien le pertenezcan estos problemas. Tú puedes tener todas las intenciones de hacerlo, sin embargo cuando te des cuenta de el resultado no era el que esperabas, la tensión que se crea entre ambas partes es completamente posible evitarla.

10. Simplemente quedarse ahí esperando que todo ocurra solo

Esfuérzate. Sea lo que sea que estés haciendo, demuestra algo de interés e intenciones de participar en lo que ambos están haciendo, después de todo esa es la idea, que todos pongan de su parte.

¿Algún otro consejo que quieras compartir?

La abuela de Polina nació en 1939 en Kiev, Ucrania. Su infancia no fue nada fácil, tuvo varias enfermedades entre ellas tuberculosis, diabetes y problemas al corazón. Fue criada por un padre estricto, y una vez que superó sus malestares, comenzó a obtener muy buenas calificaciones y sacó su carrera de química en la universidad. Un tiempo después conoció al abuelo de Polina, y a sus 24 años, nació la madre de Bachlakova.

La terrible historia se desarrolló entre sus 24 y sus 35, los 11 años donde tuvo los 12 abortos.

Por esos años, en la época de la Unión Soviética, existía la tasa de abortos más elevada del mundo. Y según el New York Times,  esta era la manera más efectiva de anticonceptivos.

¿Porqué?, porque la cultura que se promovía en ese entonces, era que no se podía tener sexo, o mejor dicho que no había sexo en la URSS.

“Era un tema tabú que distraía a los ciudadanos de cumplir con sus deberes como buenos trabajadores y comunistas”

-Abuela de Bachlakova-

Los demás métodos anticonceptivos que conocemos ahora como píldoras o preservativos, existían pero en cantidades muy pequeñas, y casi nadie los podía obtener. Y si querías saber un poco más sobre otras formas de prevenir el embarazo o informarte sobre sexo, tenías que ser realmente afortunado y obtener publicaciones extranjeras sobre el tema.

“Por eso muchas mujeres preferían métodos anticonceptivos ‘tradicionales’, como llevar la cuenta de sus ciclos mensuales o la marcha atrás”

-Broadly Anna Temkina, profesora y co-coordinadora de sociología del programa de estudios de género de la Universidad de San Petersburgo-

En este escenario fue que la abuela de Polina se realizó los abortos. El Estado subvencionaba estos procedimientos, pero las mujeres se sentían tan menospreciadas en el intertanto, que la abuela de Bachlakova intentaba pagar más siempre que podía para no terminar en un hospital público.

“Se reían de ti y te decían que cerraras la boca y dejaras de llorar. Aquellas personas no tenían corazón y no sentían nada por las mujeres que abortaban”

-Abuela de Bachlakova-

Las que llegaban a estos establecimientos no recibían anestesia y muchas veces los médicos les hacía el procedimiento y esperaban a que perdieran la sensibilidad en la zona después de tanto dolor, para “poner manos a la obra”.

“Todo el mundo tenía una actitud muy racional y práctica con respecto a los abortos. Nunca podías saber cómo afectaban en realidad a las mujeres”

-Abuela de Bachlakova-

Nadie se decía nada porque todas estaban avergonzadas por haber sucumbido al placer y por no poder cumplir sus deberes como madre, según le relató su abuela a Polina Bachlakova.

Luego de esos largos 11 años, su abuela tuvo a su segundo hijo y la URSS recién llevaba 21 de sus 69 años en el poder.

Ponle mucha atención.

¿Te da curiosidad? ¡Quizás tengas más de uno de estos alimentos en tu despensa!

1. Azúcar

El azúcar puede durar mucho tiempo, lo único malo es que se le suelen formar grumos muy duros cuando la dejas expuesta al aire. Simplemente tienes que guardarlo en un recipiente hermético y listo, ya que este alimento rara vez se ve afectado por el crecimiento de bacterias.

2. Harina de maíz

Guárdala en un lugar fresco y seco y te durará para siempre. Así siempre tendrás la base perfecta para unas deliciosas tortillas o arepas.

3. Legumbres

Las legumbres no pierden su valor nutricional con el tiempo. Es por eso que las puedes guardar durante largos períodos y remojarlas y cocinarlas cuando se te dé la gana.

4. Sal

La sal de mesa, al igual que la sal marina, pueden permanecer en buen estado por mucho tiempo.

5. Miel

La miel es deliciosa, increíble, sirve hasta para las heridas y lo mejor de todo es que dura mucho tiempo. De vez en cuando cambia de color y se cristaliza, pero sólo tienes que calentarla un poco para que vuelva a su estado normal.

6. Arroz

En este caso nos referimos al arroz blanco, no al integral. El arroz blanco puede permanecer en buenas condiciones tanto tiempo, que da igual si la bolsa que lo contiene tiene hasta polvo: el arroz en su interior sigue bueno. El integral no corre la misma suerte debido a su alto contenido de aceites naturales.

7. Café instantáneo

Si lo guardas en el refrigerador, se mantendrá en buen estado para siempre.

8. Vinagre blanco

Si lo usas mucho para cocinar (o para limpiar) puedes comprarlo en grandes cantidades sin preocuparte de que se ponga malo.

9. Licores fuertes

De verdad que no es necesario que te acabes esa botella sólo porque no quieres desperdiciar lo que hay en su interior. Si almacenas tus botellas en un lugar fresco y que no tenga exposición directa a la luz solar, todo estará bien.

10. Extracto de vainilla puro

Como uno de sus componentes es el alcohol, el extracto puede durar mucho tiempo en perfectas condiciones. Eso sí, nos referimos al extracto puro que es un poco más caro pero dura mucho más.

Así que si eventualmente te ves en la obligación de equipar tu despensa para el fin del mundo, ahora ya sabes qué cosas poner: legumbres y legumbres hasta el fin. ¿Al menos podrás preparar hummus y frijoles refritos?