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Al escuchar la palabra “psicópata”, muchas personas se acuerdan de los personajes peligrosos de las crónicas criminales o películas de Hollywood. Sin embargo, enfrentamos a este tipo de personas también en la vida real. Aunque esta desviación sólo se observa en 1 por ciento de la población mundial.

Un equipo de psicólogos de Psych2Go te invitan a auto-observarte a tí y a tu entorno para aprender más sobre el comportamiento humano.

Los psicópatas no conocen sentimientos como compasión, empatía, confianza y perdón. Al mismo tiempo, saben cómo usar la vulnerabilidad de los demás y no les importa si los lastiman.

Estas personas son especialistas en intrigas y manipulaciones. Si algunos manipulan sin querer, sin darse cuenta o con las mejores intenciones, los psicópatas lo hacen únicamente para sacar algún provecho de la situación, disfrutando del proceso.

Los psicópatas suelen ser inconsistentes en sus actos. Ponen sus deseos por encima de todo. Y nunca se hacen responsables de sus errores económicos y malas decisiones. De inmediato culpan a su interlocutor de sus propios errores para sacarlo de quicio.

Aquí observamos el narcisismo en su manifestación más negativa. La seguridad de su propia supremacía en los psicópatas está sazonada con la indiferencia hacia los demás y el sentimiento de grandeza propia muchas veces se basa en ilusiones. Sin embargo, si un psicópata de verdad tiene talento, sus ambiciones increíbles pueden lograr lo imposible.

Las mentiras para ellos son algo común. Tienen facetas múltiples. Los actos de los psicópatas no van de acuerdo con sus palabras. Les mienten a todos y ni siquiera ocultan los hechos.

Los psicópatas pueden ser simplemente encantadores. Y muchas personas no se dan cuenta de que cayeron en la trampa de estos “intelectuales cautivantes”. Te halagan y, de ser necesario, pueden dar un discurso brillante que dejará a todo el mundo encantado. Pero no esperes tener una conversación sincera con ellos.

 

Las personas de este tipo creen que las normas de conducta, los valores morales y las leyes jurídicas no tienen sentido. Y si no tienen sentido, pueden robar, infringir reglas de vialidad y engañar. Además, les gusta pisar cabezas.

Los psicópatas necesitan sentir adrenalina todo el tiempo. Si no, se aburren. Buscando la nueva dosis de aventuras, pueden ofender a alguien o hacer algo repugnante. Les atraen las situaciones de estrés. La mejor opción para ellos es practicar todo tipo de deportes extremos.

Los primeros ejemplos de bullying se pueden observar desde los primeros años de escuela. Los psicópatas son los que buscan acosar física o psicológicamente a otros niños. Al crecer, los agresores se enfocan en sus compañeros del trabajo o sus vecinos. Sus víctimas, por lo general, son personas amables que no saben decir “no” o personas que provocan envidia al psicópata.

Su sueño es el poder. Todos los psicópatas lo buscan. Pero no se trata de un poder justo, sino parasitario. Se sienten a sus anchas cuando todas las cuerdas están en sus manos y durante todo el día pueden dominar, contratar y despedir a las personas a su antojo, según su estado de ánimo.

Si bien en la actualidad, la sociedad reconoce la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, en algunas esferas se nota un gran sesgo hacia el sexo femenino. Por ejemplo, la mayoría de las mujeres están indignadas por el desprecio hacia ellas en el ámbito político. El sitio BuzzFanzine decidió acercarse a este tema, y con la ayuda del Photoshop, eliminó a todos los hombres de las siguientes fotos.

Mira los impactantes resultados que demuestran que la política mundial necesita más presencia femenina.

El Gabinete de Ministros de Egipto.

Emma Watson en la reunión de la ONU.

Mandatarios en una recepción con la reina británica.

La llegada de los militares estadounidenses al Senado.

Líderes africanos.

El G8 mirando el partido final de la Liga de Campeones.

Cámara de los Comunes de Gran Bretaña.

Reunión del Consejo de Seguridad de Estados Unidos, el día de la muerte de Osama bin Laden.

¡Tales son los resultados de este experimento inusual! Obviamente, un problema similar existe en muchos estados del planeta, pero algunos ya están comenzando a corregir este error, dándole mayor protagonismo a la mujer.

¿Y tú, qué opinas de la igualdad de género y la participación de la mujer en la política?

Los románticos desesperados a veces escriben mensajes que no sólo hacen sentir bien a las personas, sino también les provocan una sonrisa o alegres carcajadas.

Hoy te presentamos 16 mensajes de texto que sólo los enamorados más sinceros pudieron haber enviado. ¿Te identificas con alguno?

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En la época de los nazis, Alemania era un país muy peculiar, en el que exaltaban la pureza racial, especialmente entre la élite de la nación. Los miembros del NSDAP y los SS tenían que casarse con una mujer que tuviese el certificado especial que confirmara que se había graduado de la escuela especial para las futuras esposas.

¿Qué podrían aprender en esta educativa institución?

La primera escuela se abrió en 1937, y en 1944 ya existían 32 en todo el país. Todas las instituciones educativas estaban en la oficina de Gertrude Scholz-Klink, directora de la Organización Nacional Socialista de la Mujer.

El curso fue diseñado para 6 semanas (más tarde aumentó a dos meses). El costo de la capacitación fue de 135 Reichsmarks. Si la niña se casaba posteriormente con un hombre de pura raza, la familia recibiría un préstamo sin intereses del estado de 1.000 reichsmarks, que debía ser devuelto gradualmente. Es cierto que por cada niño nacido, la deuda disminuía automáticamente en 250 Reichsmarks.

No todas podían estudiar allí. La niña debía tener el pelo castaño claro, piel clara, ojos azules o verdes, y una estatura de unos 180 cm. Eran muy raras las excepciones. Por otra parte, si había más de 1/8 de sangre judía que fluyera por sus venas, o si alguno de sus padres padecía de esquizofrenía, no habría ni la mínima posibilidad de entrar a esta escuela.

¡Para estas féminas las puertas estaban cerradas!

La institución educativa inculcó principios, declarados incluso antes de Adolfo Hitler: kinder, kirche, küche (los niños, la iglesia y la cocina). Por lo tanto, a las niñas se les enseñó el bordado, la limpieza (tanto en la casa como en el jardín), a educar a los niños, así como comportarse correctamente en la sociedad. Las materias habituales eran historia, ciencia y política, así como lecciones obligatorias de educación física dos veces al día.

El gobierno tenía un interés bastante grande en el crecimiento de la población. Por cada niño, la familia recibía una asignación mensual de aproximadamente 30 marcos. Las familias grandes eran admitidas a la medicina preferencial. De hecho la propaganda tuvo sus resultados, tanto así que en 1934 nacieron alrededor de 1 millón de niños, y el número aumentó 1,5 veces en el 1939.

Las mujeres fueron obligadas en todos los sentidos a quedarse en casa y criar a sus hijos. Aquellas que dejaran el trabajo para el propósito antedicho, recibían un préstamo sin interés de 600 Reichsmarks. Los «estudios de la mujer» se basaban únicamente en ser vendedoras y ayudantes domésticas.

Incluso la educación superior no preferenciaba a la mujer. Ya en 1934, habían quedado apenas 1.500 estudiantes femeninas en las universidades alemanas (cuatro años antes, su número alcanzaba 32 mil). Además se alentó para que trabajaran en la agricultura. Bajo el poder de Hitler, se creó un programa, que les otorgaba a las familias pequeños huertos.

Vale la pena mencionar que las alemanas solteras menores de 25 años debían trabajar por el bien de la patria. A menudo trabajaban como sirvientas en algún lugar de las aldeas. En cuanto a las representantes de las clases bajas, éstas fueron enviadas a campos de trabajo. Allí se les dio un uniforme con un símbolo en sus mangas, y tenían que trabajar al menos 20 horas a la semana.

Como puedes ver, las exigencias en ese país eran muy duras. Incluso las mujeres no podían ejercer la medicina porque se creía que no se podía confiar una ocupación tan importante como el cuidado de la salud a un «sexo débil». ¡Qué tontería, diríamos hoy! Pero así eran aquellos tiempos…

¿Qué opinas de esto?

La estadounidense Elizabeth Jane Cochran fue una de las periodistas más famosas del siglo XIX. En aquella época, era costumbre que las mujeres escribieran bajo un seudónimo, y Elizabeth no fue la excepción. Se hizo famosa como Nellie Bly.

La carrera de la joven comenzó cuando, al leer un artículo discriminatorio de una columna sexista de uno de los periódicos de Pittsburgh, Elizabeth se indignó y escribió una carta al editor en jefe. El hombre fue abrumado por el texto de la carta, y le ofreció un trabajo.

El pico de popularidad de la periodista cayó en el período de su trabajo en el periódico «New York World». De una de las primeras investigaciones periodísticas de Nellie Bly te hablaremos hoy…

La chica decidió retratar la locura del hospital psiquiátrico de la isla de Blackwell (ahora la isla de Roosevelt), del que provenían varias historias desagradables. Nellie decidió conocer los detalles de primera mano, y qué mejor que exponiéndose como conejillo de indias…

El abogado local prometió que, si la joven conseguía entrar como paciente, la sacaría en 10 días. Nelly fue capaz de engañar a varios médicos, y fue internada en la clínica.

La situación en el interior era ligeramente chocante: las ratas corrían libremente por los alrededores, los pacientes eran alimentados con caldo acuoso, carne estropeada y pan seco…

Algunos de los pacientes no estaban mentalmente enfermos. Algunos eran pobres, otros simplemente no hablaban bien inglés. Sin embargo, ningún paciente de la clínica escapó a la crueldad con que se les trataba. Los pacientes fueron golpeados, atados, y en lugar de ducharse sólo les vertían agua fría encima.

Después de 10 días, según lo prometido, Nellie fue sacada de la clínica. Al salir de ese terrible lugar, la chica escribió un libro titulado: «Diez días en un manicomio», que ayudó a cambiar grandemente la situación. Después de la publicación del libro, las autoridades llamaron la atención sobre tales instituciones, y se incrementó el presupuesto del Departamento de Instituciones Públicas de Caridad y Correccionales. También, se fortaleció el control de otras instituciones similares.

Más tarde, Nellie hizo un viaje alrededor del mundo, tratando de mejorar el resultado del personaje Phileas Fogg, del libro «Vuelta al mundo en 80 días», de Julio Verne. En el camino, la chica tuvo una entrevista con el autor mismo. Y aquí también, Nelly logró un gran éxito completando un viaje alrededor del mundo en 72 días. Después de este acontecimiento, Verne le envió un telegrama, diciendo que él nunca dudó del éxito de la muchacha.

Con el tiempo, Nellie tuvo que dejar el periodismo. Ella llegó a ser tan famosa que todas sus investigaciones llegaron a un callejón sin salida en la etapa inicial, debido al hecho de que ella fue reconocida. Bly se casó con un millonario que tenía 42 años de edad, y en 1904, la mujer se convirtió en viuda… Si bien, algún tiempo después volvió al periodismo, nunca logró convertirse en una exitosa empresaria.

Nellie murió en 1922 por neumonía, a la edad de 57 años. Pero su obra ha entrado para siempre en la historia del periodismo mundial.

¿Qué opinas de esta fascinante mujer?

Las imágenes son poderosas. Algunas te conmueven y hacen que digas “Awww”. Otras te asombran y hacen que digas “WOW!”. Otras te hacen reír, y algunas te hacen pensar “¡qué hermoso!”. Y luego están las imágenes que te hacen pensar “NOOOOPE!”… NO quiero eso cerca de mi nunca.

Estas fotos que verás a continuación son algunos ejemplos de los momentos más NOPE que te puedas imaginar. ¿Podrás llegar al final de esta galería? Echa un vistazo:

1. ¿Te quedarías mirando con asombro los detalles de esta torta de cucarachas… o le tirarías un zapato?

2. ¿Admirarías el trabajo que hizo alguien para hacer esto… o pensarías que va a cobrar vida y aterrorizar a tu familia?

3. ¿Te maravillarías ante la flexibilidad de este pelícano… o le dirías amablemente que la termine porque te asusta?

4. ¿Mirarías embobado el talento que requiere hacer estas uñas… o le darías un par de guantes a esta mujer porque no quieres ver esto?

5. ¿Aplaudirías al artista que esculpió a la perfección el logo de Amazon… o lo pasarías rápido porque la carne cruda en forma de “A” hace que te dé vueltas el estómago?

6. ¿Observarías con atención este movimiento de pectorales hipnotizante… o le dirías a este tipo que se ponga una camiseta y deje de hacer eso por el amor de todo lo muscular?

7. ¿Irías a la tienda más cercana a comprarte un par de esta maravilla… o les prenderías fuego?

8. ¿Te acercas a este pollo gigante y te sacas una foto… o tiras todo y sales corriendo porque no quieres tener cerca semejante monstruosidad?

9. ¿Invitas a esta persona a tu fiesta para poder hacer este truco maravilloso… u organizas de inmediato una intervención entre ellos y un especialista en artritis?

10. ¿Te comerías este pastel… o saldrías a buscar a Jeff Corwin para que se encargue de él?

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11. ¿Sigues mirando este truco realmente impresionante… o subes los pies a la silla y te balanceas hacia adelante y hacia atrás?

12. ¿Le harías cosquillas en la panza… o le pegarías un puñetazo en el ombligo?

13. ¿Le elogiarías lo increíble que es la funda de su teléfono… o le preguntarías si te lo presta y lo tiras al suelo porque quién necesita una oreja falsa?

14. ¿Sacarías una foto de esta berenjena en tu Instagram… o la cortarías y comerías porque es tan parecida a tu padre que te da escalofríos y necesitas que no se parezca tanto?

15. Y por último, ¿le darías el premio a “Lo mejor del Photoshop” a esta persona… o dejarías de visitar internet de una buena vez?

Vía: Buzzfeed

Tiene 32 años, mide casi dos metros y pesa 160 kilos. Se trata de Craig Golias, un fisicoculturista norteamericano famoso por ser uno de los más grandes del mundo.

Conocido en el ambiente de las pesas como Goliath, Craig ha desarrollado un impactante físico que le ha permitido ganar una enorme base de fanáticos.

De hecho, sólo en Instagram cuenta con más de 188 mil seguidores, plataforma en la que constantemente comparte sus fotografías en el gimnasio.

Pero a diferencia de lo que muchos podrían pensar, durante su juventud tenía un peso completamente normal. Esto cambió a los 20 años, cuando se planteó como objetivo trabajar sus músculos para lucir tal como los culturistas que “veía en las revistas”.

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De esta manera, comenzó con arduas sesiones de entrenamiento, las que complementó con un radical cambio en sus hábitos alimenticios. Esta transformación la evidenció con una publicación en la que muestra su “antes y después”.

“¡De 150 a 350 libras! (de 68 a 160 kg) Todo es posible si tú lo crees. ¡Fíjate una meta! ¡Crea un deseo y lógralo… el resto será historia! ¡Sólo tú puedes determinar tu destino!”, escribió, adjuntando una imagen que grafica el cambio.

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“En el colegio tenía una autoestima sumamente baja debido a que era muy flaco, lo que me hacía odiar mi cuerpo. Después de graduarme decidí entrar en un gimnasio para trabajar los abdominales y los bíceps”, señaló en otra publicación.
“Ver los resultados me motivó para entrenar más duro, y antes de darme cuenta, mis camisetas (extra pequeñas) pasaron a ser L (grandes). Quise postear esto para mostrarles que todo es posible si así lo creen”, agregó.

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Según recoge el sitio de actualidad Infobae, el sueño de Craig es el de poder vivir gracias a su pasión por las pesas.

“Vivo para entrenar y construir un físico privilegiado y si pudiera hacerlo para ganarme la vida, sería increíble”, indicó.

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Criticado por muchos, quienes lo acusan de consumir esteroides, el fisicoculturista asevera que no se arrepiente de los sacrificios que ha realizado para lucir así.

“Los que me dicen que por ser tan grande estoy cerca de la muerte, es en realidad un cumplido. He sido revisado y todo es saludable en mi tamaño. Yo podría ser un poco lento, pero vale la pena ser capaz de perseguir sueños y lograr los objetivos”, explicó.

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¿Qué opinas de este gigante?

Hoy como de costumbre en Difundir, les mostraremos una selección de imágenes que muestran situaciones extrañas de forma aleatoria, que sin duda resultan impactantes haciendo notorio todas las cosas extraordinarias y a la vez comunes que pueden ocurrir en nuestro planeta.

Echa un vistazo a continuación y diviértete tanto como nosotros:

1. 150 libras menos

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5. Hay un error en la matríz

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15. Vista desde el Hospital de niños de Iowa

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29. Especial de halloween: cuerpos enterrados $5, muy bien enterrados $10.

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Vamos a los supermercados casi todos los días, pero rara vez pensamos que algunos de nuestros hábitos de compras son erróneos. Sin embargo, estos detalles insignificantes a primera vista pueden provocar gastos innecesarios.

Conoce a continuación algunos de los errores más comunes y te cuenta cómo ahorrar en las compras.

10. Compramos alimentos en el orden equivocado

A veces se nos hace difícil limitarnos en la cantidad de alimentos que compramos. Pero sí podemos controlar que estos productos sean saludables. Las personas que no pueden aguantar las ganas de llenar su carrito de compras por completo, deberían empezar su recorrido por el área de las verduras: estas llenarán tu carro y te quedará menos espacio para las compras caras e innecesarias.

9. No sabemos los precios de los alimentos que compramos

Intenta memorizar o incluso anotar los precios de los alimentos que compras siempre. Esto te ayudará a evitar los descuentos falsos cuando el precio sigue siendo el mismo. Así no caerás en la trampa de la falsa promoción.

8. No planeamos las compras

No solemos planear el menú para toda la semana y deberíamos hacerlo. De esta manera sabrás qué alimentos necesitas comprar para preparar los platillos que quieres cocinar y evitarás comprar lo que no te haga falta.

7. No prestamos atención al peso de los empaques

Supongamos que el mostrador tiene dos barras de mantequilla iguales, una de ellas es un poco más barata que la otra. ¡No te apresures a comprar la que cuesta menos! Para empezar, fíjate en el peso del alimento. Tal vez la mantequilla más cara tiene un peso mayor y, de acuerdo con su peso, te conviene comprarla.

6. Menospreciamos las marcas locales

Casi todos los supermercados tienen su propia marca, que vende alimentos por un precio menor que la mercancía de los fabricantes famosos. En realidad, la calidad de los productos “locales” no es peor: la única diferencia es su empaque menos vistoso. Además, la mercancía local se fabrica en las mismas instalaciones que los productos de las marcas populares.

5. No probamos cosas nuevas

Muchas personas suelen comprar alimentos de la misma marca porque les da miedo probar algo nuevo. Sin embargo, los fabricantes de las marcas aún no conocidas a menudo venden cosas de mejor calidad e incluso más baratas. No temas hacer experimentos: esto no sólo te permitirá ahorrar, sino también encontrar un producto más sabroso y saludable.

4. No nos fijamos en las ofertas

Existen aplicaciones móviles que recopilan la información sobre las ofertas en todo tipo de tiendas que se encuentran a tu alrededor. Además de los precios, estas aplicaciones te permiten comparar el precio de la misma mercancía en las diferentestiendas y encontrar la mejor oferta.

3. No compramos alimentos baratos

Todo tipo de granos, cereales, azúcar, sal, especias y otros alimentos similares se pueden comprar a precio mínimo. Por ejemplo, el azúcar en una bolsa blanca no será nada diferente al azúcar en una bolsa colorida.

2. Tomamos alimentos de la primera fila

Para comprar el alimento más fresco, simplemente asómate en las profundidades del mostrador: los empleados de los supermercados colocan en las primeras filas los alimentos que caducan pronto. De esta manera no sólo comprarás la leche o la mantequilla más frescos, sino también ahorrarás porque no tendrás que desechar el alimento dos días después de su compra.

1. Caemos en las trampas de la mercadotecnia

El aceite vegetal con vitamina E, sal “sin organismos genéticamente modificados“, huevos con yema naranja: todos estos trucos influyen bien en las ventas. Sin embargo, antes de adquirir ese alimento tan ”especial”, piensa si de verdad lo es. Porque la vitamina E existe en las semillas de girasol, por lo cual, el aceite de girasol siempre lo tendrá. Por otro lado, los organismos genéticamente modificados sólo pueden estar presentes en los alimentos de procedencia vegetal o animal. Además, el color intenso de las yemas se consigue gracias a los aditivos especiales que se agregan en el alimento de las aves.

Estamos hartos de ver en las películas y series de televisión que recrean el la época del Renacimiento a nobles adinerados viviendo entre algodones, vistiendo ropajes impolutos y oliendo a rosas mientras el resto de la sociedad vive en la más mísera podredumbre.

Sin embargo, como suele pasar en las películas, todo es una enorme mentira, pura fachada. Lo cierto es que en aquel tiempo las axilas del noble olían igual que el de los pobres.

Ya lo decía el escritor burgués Sandor Marai en sus memorias “Confesiones de un burgués” donde explicaba que todavía en el siglo XIX se pensaba que lavarse resultaba dañino para el organismo.

En aquella época, la bañera funcionaba más como elemento decorativo que como una herramienta para la higiene. Sólo un día al año, el día de San Silvestre, la bañera recuperaba su uso original.

Tan extraño era el acercamiento al agua con jabón que a finales del siglo XIX la gente sólo se bañaba cuando estaba enferma o iban a contraer matrimonio.

Aunque pueda parecer una verdadera guarrada, era una práctica bastante habitual hasta hace bien poco, y podía ser peor… De hecho, si viviésemos en el siglo XVIII, nos bañaríamos una sola vez en la vida. ¿Te imaginas?

Lo cierto es que esta aversión por el agua no es una lacra que vengamos arrastrando del pasado. De hecho, en la Antigüedad la gente no era tan sucia. Como ya sabemos, los romanos pasaban mucho tiempo en termas colectivas como parte del extremo culto al cuerpo que profesaban.

Esta costumbre llegó hasta Oriente, donde los baños turcos se convirtieron en auténticos centros de vida social. Incluso en la época medieval la gente se bañaba con cierta asiduidad y hacía sus necesidades en letrinas públicas.

Fue la llegada de la Edad Media y Renacimiento, cuando la concepción puritana del cuerpo que empezó a promoverse, lo que hizo que la higiene personal comenzase a irse al garete.

Por alguna razón, uno de los gremios supuestamente más cultos de la época, los médicos, defendía que el agua debilitaba los órganos y abría los poros facilitando así la entrada al organismo de todo tipo de enfermedades.

Este disparate adquirió tanta fuerza que incluso se empezó a difundir la idea de que una buena capa de mugre protegía contra las enfermedades, por lo que el aseo personal debía de realizarse en “seco”.

Además, si por alguna razón decidías mantener tus partes íntimas limpias corrías el riesgo de sufrir el azote de la Iglesia, la cual condenaba el baño por considerarlo un lujo innecesario y pecaminoso.

La costumbre de no pisar una bañera por voluntad propia no era exclusiva de las clases pobres, el rechazo al agua llegaba incluso a la esferas más altas de la sociedad. En aquella época, una mujer que pisase el baño dos veces al año podía considerarse todo un ejemplo de pulcritud. Incluso el rey se daba un baño únicamente por prescripción médica y por supuesto, tomando las “precauciones” necesarias.

La Reina Isabel de Castilla, ferviente católica, presumía de haberse lavado sólo dos veces en su vida, después de nacer y el día de antes de su boda. Algo normal entre la clase palaciega del sigo XV.

Tuvieron que pasar dos siglos para que la población aceptara el baño como un mal necesario. En el siglo XVII se popularizó lo que llamamos el “baño anual”, donde una vez al año la familia realizaba un baño en una tina de agua caliente.

Los baños, cuando tenían lugar, eran tomados en una tina enorme llena de agua caliente. El padre de la familia era el primero en tomarlo, luego lo otros hombres de la casa por orden de edad y después las mujeres. Por último llegaba el turno de los niños y bebés, los cuales podían perderse dentro del agua ya negra.

El dramaturgo francés del siglo XVII, Paul Scarron, describía en su libro ‘Le Roman comique’ una escena de aseo personal en la cual el protagonista sólo usaba el agua para enjuagarse la boca.

Con la intención de aprovechar el baño del anual que se realizaba en mayo, la mayoría de los matrimonios se celebraban en el mes de junio, de esta manera, el tufo de la persona (en este caso los novios) era todavía tolerable.

De cualquier forma, un mes entero sin conocer un poco de jabón es suficiente para oler a rayos, es por eso que las novias solían llevar ramos de flores para disfrazar el mal olor. Así nació la tradición celebrar los matrimonios en mayo y junio y que las novias acostumbren a llevar un bonito ramo de flores.

Hasta mediados del siglo XIX el baño no se convirtió en una práctica frecuente. Primero cuando la necesidad lo exigía, después una vez al mes, y luego, una o dos veces por semana.

Aunque a las mujeres no se les recomendaba que lavaran sus partes íntimas, pues aún se relacionaba esta práctica con la infertilidad. Tampoco podían bañarse durante el período, una creencia que en algunos círculos se mantiene hoy día.

Con el tiempo, la higiene volvió terminó por normalizarse y la industria de productos de higiene comenzó a emerger hasta nuestros días.

Por suerte, la falta de higiene es cosa del pasado. Si ya es difícil aguantar la compostura cuando viajas en el metro con alguien sudado al lado, imagina pasear por alguna de esas ciudades. ¡Qué pesadilla!

¿Crees que podrías vivir en esta pestilente época pasada? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!