¿Sabías que uno de los lugares más calurosos del planeta es la ciudad de Al Aziziya en Libia? En el verano de 1922, se registró allí una temperatura de 58 grados Celsius (aunque ahora los científicos dudan de la fiabilidad de este dato). Es poco probable que las personas que viven más lejos del ecuador se vean amenazadas por temperaturas tan extremas, pero incluso en las zonas de clima templado, el verano resulta bastante caluroso. Todo esto implica un esfuerzo adicional a la hora de cuidarte.
Hemos recopilado para ti una serie de trucos que te ayudarán a lucir bella al 100%, incluso cuando el sol pica sin parar en la calle.
1. Cómo evitar las manchas de sudor
El primer y principal inconveniente relacionado con el calor del verano es una mayor sudoración. Algunos consejos sencillos te ayudarán a evitar las manchas húmedas en la ropa.
Elige prendas de colores oscuros: esto ayuda a enmascarar las manchas de sudor, mientras que en las telas de tonos vivos las manchas húmedas son más llamativas. La tela con patrones también ayuda a disimular las manchas de sudor.
Opta por ropa sin mangas o con mangas con una sisa ancha.
No te apliques el desodorante justo antes de salir de casa: de lo contrario, al producto no le dará tiempo a absorberse, por lo que se quitará rápido dejando manchas poco atractivas sobre la ropa. El mejor momento para aplicar antitranspirante surge al llegar la noche antes de ir a dormir, entonces, las glándulas sudoríparas funcionan de manera menos activa.
Con el tiempo caluroso, renuncia a comidas picantes, bebidas calientes, o bien con cafeína o alcohol, ya que estos aumentan la sudoración.
Utiliza adhesivos especiales para la ropa: absorberán el exceso de humedad y ayudarán a evitar el olor desagradable y las líneas de sudor ya secas.
Además, vale la pena recordar que el aumento de la sudoración puede ser un síntoma de un posible desajuste hormonal o de otras disfunciones en el cuerpo. Así que si antes no habías visto esa peculiaridad en ti, no olvides que es mejor siempre consultar a un médico.
2. Cómo deshacerse del brillo graso
En verano, las glándulas sebáceas de la piel funcionan más activamente y acaban provocando de forma directa la aparición de un brillo graso. Para evitarlo, recurre a elegir un cuidado especial de cara al verano, especialmente, cuando se trata de pieles grasas o mixtas.
Opta por geles y espumas limpiadoras faciales con ácido salicílico o glicólico que ayudarán a limpiar suavemente la piel y evitar la obstrucción de los poros.
Reemplaza las cremas con aceites por geles ligeros y humectantes, así como sueros a base de agua: hidratan la piel sin obstruir los poros.
Lávate con agua tibia o fresca, ya que la caliente estimula el trabajo de las glándulas sebáceas.
Además de los cuidados básicos, entre una y dos veces por semana, utiliza mascarillas de arcilla y exfoliantes suaves.
3. Cómo lograr que el maquillaje sea más resistente
Otro problema común con la llegada del verano es el maquillaje corrido debido al calor sofocante. Afortunadamente, esta situación desagradable se puede prevenir.
Reemplaza tus cosméticos habituales por sus alternativas más ligeras. Por ejemplo, en vez de una base para maquillaje con aceite, utiliza cremas BB y CC, así como las de base mineral y fluidos. Los lápices para los ojos pueden ser sustituidos por un delineador líquido, las sombras secas por aquellas con una base cremosa, el rubor por un bronceador.
Después de limpiar la piel, pasa por el rostro un cubito de hielo: eso te ayudará a estrechar los poros y hacer que la piel se vea más fresca y el maquillaje más resistente.
Renuncia al maquillaje que implica líneas definidas: rayas en los ojos, lápiz labial mate y similares. En vez de esto, opta por difuminar esas líneas. Por ejemplo, puedes maquillarte los labios con el efecto de french kiss: simplemente, aplica el lápiz labial en el centro de tus labios y difumínalo a lo largo de los bordes. Esto te ayudará a lucir bien, incluso si los cosméticos se derriten un poco por el calor.
En líneas generales, funciona bien en el verano la siguiente regla de oro: “Cuanto menos, mejor”. No exageres aplicando cosméticos. Es mejor prestar más atención al cuidado de la piel.
4. Cómo deshacerte de la irritación tras la depilación
Muchos productos para la depilación afectan agresivamente la piel, dejándola seca, irritada con puntitos rojos desagradables, que además no son muy estéticos. Para que la piel siempre luzca lisa y hermosa, recurre a estos consejos.
El mejor momento para la depilación aparece en la mitad del ciclo menstrual, ya que durante la menstruación, la sensibilidad de la piel aumenta.
Utiliza un exfoliante entre uno y dos días antes de la depilación para limpiar la piel y eliminar las células muertas. No se recomienda aplicar agentes exfoliantes justo antes de depilarte: esto hará que tu piel se vuelva aún más sensible.
Un poco antes del proceso, toma una ducha para limpiar la piel y ablandar el vello, y justo después de depilarte, deja durante unos cuantos minutos la zona de la piel tratada bajo la corriente de agua fría o utiliza una crema con hidrocortisona o aloe vera que te ayudará a reducir la inflamación.
Después de la depilación, durante un día, no se recomienda aplicar productos cosméticos que contengan perfumes o alcohol (incluyendo desodorantes), así como visitar un solárium, tomar el sol o ir a un sauna.
Un buen agente antiinflamatorio es el té verde o una infusión de manzanilla. Hazte una compresa de un paño suave humedecido en esta bebida, o simplemente, coloca las bolsas de té usadas en las áreas afectadas.
Después de la depilación de la zona del bikini, se recomienda usar ropa interior holgada de algodón 100%. Las telas sintéticas pueden causar irritación.
Una erupción roja tras la depilación es una reacción al estrés totalmente normal por parte de nuestra piel. Sin embargo, si la irritación no desaparece tras pasar uno o dos días después del proceso, debes mantenerte alerta: puede que se trate de una reacción alérgica. En este caso, vale la pena acudir a un especialista.
5. Cómo evitar que el cabello se sobre seque
En verano, bajo la influencia de la luz solar y el agua marina, el cabello a menudo se vuelve seco y quebradizo, por lo que necesita de cuidados especiales.
No te laves el cabello con demasiada frecuencia: esto estimula el funcionamiento de las glándulas sebáceas. En caso contrario, el pelo, que en el verano ya de por sí se ensucia bastante rápido, lo hará aún más rápido.
Antes de bañarte en el mar, humedece tu cabello con agua dulce. Eso ayudará a cerrar las escamas del cabello para que este absorba menos agua salada, que lo reseca y debilita.
Durante las vacaciones en países con climas cálidos, utiliza productos especiales para el pelo con filtro UV, ya que el cabello necesita de protección solar no menos que la piel.
Y tú, ¿cómo te cuidas en verano? Comparte tus mejores consejos en los comentarios.
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